Nací en la provincia de León (España), aunque desde pequeña mi lugar de residencia ha ido cambiando por distintos motivos.
Desde hace ya algunos años vivo con mi pareja en África (Guinea Ecuatorial, Camerún, Marruecos,…), aterrizamos aquí por una oportunidad profesional que a él le entusiasmaba.
La aventura en este continente me ha llegado por una conjunción de factores inesperados, y me ha llevado a replantearme muchas cosas que durante años asumí como verdades, en realidad, que jamás me las replanteé ni pensé que hubiese otras opciones.
Dejar mi trabajo dependiente tras más de dos décadas, fue un descanso al inicio y un reto a los pocos meses: de tener ocupadas muchas horas al día pasé a tener que ocuparme con imaginación y los recursos y opciones limitadas que te ofrecen algunos países.
Por casualidad, indagando sobre otras formas de continuar mi carrera profesional en estas circunstancias, empecé a toparme no sólo con opciones distintas para ocuparme, si no también con alternativas de VIDA diferentes, refrescantes y liberadoras.
Estas nuevas lecturas me transformaron y me siguen transformando en una persona más comprometida y responsable: con el medioambiente, con otras personas (las cercanas y las que están a miles de kilómetros), con mis hábitos de consumo,… he descubierto el concepto de «decrecimiento» y el de «sobriedad feliz», y la necesidad de buscar alternativas al capitalismo y al sistema de acumulación que nos proponen como única opción de ser felices.
Mi trabajo como voluntaria en proyectos pequeños en cuanto a recursos, pero grandes en cuanto motivación y proyección a futuro me animan e inspiran a seguir colaborando dentro de mis posibilidades, como el colibrí de la fábula, porque creo que poco a poco y de forma colaborativa se puede mejorar lo que algunos dan por perdido: un cambio de cultura que priorice la equidad y el cuidado del entorno.
Por todo lo anterior y algunas otras cosas, sé que reinventarse personal y profesionalmente es todo un reto, que abruma e ilusiona a la vez, y que cualquier ayuda y apoyo con los que se pueda contar en el proceso deben ser bienvenidos.